Asociamos estados de ánimo a expresiones faciales
La emoción es un estado mental, sentimientos del tipo de tristeza, alegría, odio o miedo son experiencias únicas, fáciles de identificar pero difíciles de definir y analizar. Otro aspecto de la emoción tiene que ver con respuestas del sistema nervioso autónomo o vegetativo, tales como cambios en el ritmo cardíaco, en la presión arterial, en la respiración y la sudoración, porque los diferentes estados emocionales provocan alteraciones en el organismo fácilmente apreciables. En su existencia están basados los famosos detectores de mentiras utilizados por determinar la autenticidad de comportamientos y relaciones.
Las
respuestas vegetativas acompañan a las experiencias emocionales, pero no hay
pruebas de que cada tipo particular de actividad vegetativa se corresponda con
cada tipo de experiencia emocional, en muchos casos estas respuestas tienen un
valor adaptativo especialmente cuando la conducta emocional entra en juego. La
conducta externa constituye asimismo otro aspecto de la emoción, la agresión,
por ejemplo, viene connotada por actitudes de ataque y lucha, el miedo por inseguridad
o sumisión, la alegría por una exuberancia las manifestaciones externas. Uno de
los elementos esenciales de las reacciones emocionales es su carácter de
respuesta a situaciones o acontecimientos ambientales, por ejemplo, un
individuo agresivo no significa otra cosa que resulta de su modo característico,
violento en este caso, de reacción frente al medio que lo rodea. Algunos tipos
de reacciones emocionales son respuestas de adaptación frente a situaciones
externas, a través de la huida por ejemplo, el organismo se libera o evita
algún acontecimiento amenazador o peligroso. Las respuestas vegetativas que
acompañan a los estados emocionales son también respuestas de adaptación, en el
sentido de que preparan al organismo para llevar a cabo relaciones externas. El
término emoción no se refiere sólo a las maneras de reaccionar frente al
ambiente, sino también a las formas de percibir el ambiente, así como el refrán
“todo es según el color del cristal con que se mira” define claramente que las
emociones colorean la visión del mundo. Por ejemplo, la tristeza genera un
ambiente oscuro que rodea al individuo, éste, ante el temor puede dar a los
objetos caracteres amenazadores o peligrosos en un momento determinado.
La hormona
de la emoción: la adrenalina.
La
adrenalina es una hormona segregada por las glándulas suprarrenales que actúa
como neurotransmisor en determinada sinapsis del sistema nervioso central y
periférico, su liberación por las glándulas suprarrenales se halla íntimamente conectada con la emoción. Si un
animal se ve amenazado ante una situación difícil puede responder de dos
maneras: huye o lucha, también puede hacerse el muerto. En su organismo parece
en este caso las señales de la emoción, su corazón late más deprisa, su tensión
arterial asciende, el flujo circulatorio abandona el tubo digestivo y se dirige
hacia los músculos, su respiración se hace más profunda. La mayor parte de
estos procesos se deben a la secreción de la adrenalina, de ahí la importancia
de las emociones por el sistema circulatorio.
Parece ser que en la emoción interviene
también otra hormona, la noradrenalina, ésta surge en situaciones de
agresividad, de hecho se ha comprobado que los animales salvajes agresivos
tienen más noradrenalina que adrenalina, mientras que los temerosos como el
conejo ocurre al revés. Los niños que todavía no han aprendido a tener miedo
también padecen poseer más noradrenalina que adrenalina. La creatividad a veces es producto de una respuesta emocional ante
cierto tipo de acontecimientos ambientales, cuando vemos una película,
cuando escuchamos una música que nos gusta, cuando contemplamos ciertas escenas,
etc., existen cantidad de elementos dentro de estos ejemplos en los que se
puede dar el caso de la transmisión de distintas emociones, estas emociones
provocan una nueva concepción acerca del mundo, provocan también la generación
de nuevas ideas, estos acontecimientos generan un ambiente más propicio para
generar creatividad.
-Es mi madre
-No, digo la de al lado
-Esa es mi hermana
-Pues pégame dos hostias q esto ya no hay quien lo arregle
- Nunca me escuchas.
- Y yo a ti.
–Soldado, deberíamos retroceder y escondernos tras esas rocas...
–¿Parapetarnos, mi sargento?
–Para que no nos vean, ¡maricón de mierda!
–Paco, ¿Y tu desde cuando llevas pendiente?
–Desde que mi mujer se lo encontró en el coche y le dije que era mío...
A todos nos gusta el éxito, vencer los retos del día a día nos hace sentir bien y nos estimula para afrontar nuevos desafíos, es el efecto ganador, ello promueva la innovación y los hace más positivos.
Hay personas convencidas de que van a ganar, mientras que otras les pasa lo contrario, no hay una única respuesta, las experiencias de éxito precoz y la confianza que generan son un factor clave para el éxito, el éxito llama al éxito, si tienes éxito estas más preparado para tener éxito, vistos los efectos que produce en la mente y el cerebro.
Queremos ganar siempre porque nos hace sentir bien, al ganar una vez, probablemente volvamos a ganar, los que triunfan no tienen en cuenta las amenazas, se centran en las posibilidades de recompensas futuras.
Nos gusta ganar, el ansia de competir ha sido el motor que nos ha permitido llegar hasta donde hemos llegado, por un lado colaboramos con los demás y logramos objetivos comunes mejorando con el entorno, por otro lado somos egoístas y buscamos el beneficio personal. Todo tiene su explicación en una simple cuestión fisiológica. Cada vez que ganamos nuestra bioquímica cambia, segregamos testosterona, de esta forma aumentan los niveles de dopamina, un neurotransmisor que activa los circuitos neuronales con los que laboramos nuevos planes, objetivos y estrategias, ganar hace que nos preparemos para volver a ganar, la dopamina activa nuestro circuito de recompensa, el centro en el que sentimos placer y que nos exige repetir de nuevo, los receptores de testosterona aumentarán en número y la próxima vez la experiencia toda vez será más gratificante, ello nos hace sentir mejor, elimina los miedos, la ansiedad y la depresión, mejora las capacidades cognitivas, nos hace más creativos, es algo que todos buscamos, al fin y al cabo comparte circuitos generales con el sexo, aunque cuando llevamos mucho tiempo ganando el cerebro se intoxica, un exceso de testosterona y dopamina puede hacer que nos obsesionemos con el éxito, y entonces aparece un mayor egocentrismo y se reduce la empatía, dejaremos de estar conectados con las personas que nos rodean, nos habremos enganchado al éxito, al triunfo, a la sensación de poder, es cuando aparece el jefe déspota, el poder corrompe, esto podría estar afectando a miles de personas en el mundo y algunos de ellos tendrían el destino de muchas personas.
Las motivaciones y deseos humanos pueden verse condicionados por la práctica repetida que puede incidir más todavía en el deseo, el poder también incide sobre la misma zona o circuito cerebral, el poder también incrementa el deseo sexual, si nos sentimos bien porque alguien nos elogia, el circuito hacer funcionar el sistema, las neuronas se excitan si produces más dopamina, la dopamina reduce el cortisol, la hormona que produce el estrés. Los líderes tienen una visión optimista por este efecto.
La necesidad de ser poderoso es una de las motivaciones inconscientes básicas, las tres sonel ansia de poder, de éxito y de pertenencia, las personas con más testosterona puede ser más proclives a querer tener más poder, aunque también hay razones psicológicas para poder controlar más a los demás. Es importante también la suerte, el contexto.
Estamos conectados socialmente mediante la mente, nuestra biología está asociada al entorno, el liderazgo es necesario, estas personas trazan estrategias, estas personas nos liberan a los demás del estrés y de la ansiedad, nos hacen colaborar en equipo para el bien común, como contrapartida ello implica que los líderes renuncien a empatía, pues toman decisiones difíciles para no quedar limitados por las emociones, tienen la fortaleza para tomar decisiones sin una extrema empatía.
Cuando estás llegando a cierta edad evalúas los costes y beneficios para llegar al éxito, a ciertas edades ya no se es tan ambicioso, nuestros niveles de testosterona y dopamina decrecen, se ralentiza la agudeza mental y el razonamiento cerebral. De ello se desprende que el éxito es algo propio de jóvenes, aunque hay personas mayores con mucho poder, con mucha agresividad y motivación, pues al tener poder los niveles de dopamina y testosterona se mantienen altos, y esto es un fármaco antienvejecimiento muy potente.
Al ganar generarás dopamina, te sientes bien y tendrás más grandes logros, buscarás conseguir mayores metas, pensarás en comerte el mundo.
Nos enfrentamos al fracaso dependiendo de lo que entendemos implícitamente sobre el talento, hay dos enfoques, el enfoque fijo que corresponde a quienes creen que el talento y las habilidades son innatas, naces o no naces con talento (es un enfoque que evita desafíos, se rinde fácilmente a los obstáculos y considera el esfuerzo ineficaz), mientras que el enfoque incremental cree que el talento nace con el tesón, se desarrolla gracias a los retos y al esfuerzo por mejorar, (acepta desafíos, persiste ante los obstáculos, y asume el esfuerzo como aprendizaje). En los primeros el fracaso supone que no hay talento suficiente, ello es contraproducente y muy duro, en cambio en el segundo enfoque, los fracasos no son una humillación sino que promueven esforzarse más, el fracaso es una estrategia para fortalecerse y mejorar. Hay que felicitarse por el esfuerzo, más que por los resultados.
Cada uno de nosotros tiene una zona de confort, en la que hacemos todo bien, en la que no fracasamos, pero refugiarnos en lo seguro nos limita, para salir de vez en cuando de nuestra zona segura de confort, debemos hacer un esfuerzo consciente, deliberado para arriesgar por experimentar con formas nuevas, la adrenalina que vas a generar arriesgándote nos hace más creativo, fuerte y más rápido. Arriésgate y así saldrás del lugar donde estás aparcado. Un intento por incrementar nuestros talentos genera un mayor bienestar, de esta forma superamos antes los fracasos y volvemos a intentarlo. Hay que perder el miedo al fracaso, “fracasa, fracasa de nuevo, fracasa mejor”, es inteligencia emocional.
La gente que está motivada es la que puede ser más creativa ya que el interés por un asunto genera la necesidad de profundizar en el mismo, la emoción es clave para el desarrollo de la creatividad. Para entender o desarrollar algo desde la fantasía, desde la imaginación, hace falta estar involucrado emocionalmente, el asunto debe interesar, de ahí que las emociones influyan directamente en el desarrollo de la creatividad.
Nuestros sentimientos influencian todo aquello en lo que pensamos, nos motivan a desarrollar ideas nuevas, nuestras sensaciones internas generan nuevas ideas abriendo así la posibilidad de ser más creativos.
Es fundamental que el campo laboral, el campo docente y empresarial, incorporen la necesidad de incluir dentro de sus objetivos la felicidad y la diversión, éstos son parámetros en el rendimiento creativo de una empresa, Es necesario una educación en la creatividad con objeto de dar a conocer que las emociones positivas estén directamente relacionadas con una mejor creatividad.
Emociones
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Básicas o primarias
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De fondo
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Sociales
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Positivas
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Negativas
|
Tristeza
|
Desánimo
|
Vergüenza
|
Alegría
|
Ira
| |
Felicidad
|
Entusiasmo
|
Gratitud
|
Satisfacción
|
Miedo
| |
Sorpresa
|
Admiración
|
Gratitud
|
Asco
| ||
Miedo
|
Orgullo
|
Serenidad
|
Depresión
| ||
Ira
|
Celos
|
Entusiasmo
|
Envidia
| ||
Asco
|
Simpatía
|
Simpatía
|
Celos
| ||
Disgusto
|
Ofuscación
|
Amor
|
Desprecio
| ||
Ansiedad
| Irritación |
Angustia
| |||
Pena
|
Confianza
|
Tristeza
|
Carrie
2:16:42 huella
1:41 dead silence
24:08 tourist trap
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estímulos incondicionados:
El ruido se asocia a una posible agresión (como cuando escuchas que algo cae en la cocina y te sobresaltas). El cine ha sabido asociar cierto tipo de música a estados de alerta
estímulos condicionados: Lo oculto: escenas de oscuridad (noche o sin luces), enfocar solo al protagonista (escondiendo la amenaza), visualizar la escena con “los ojos” de quien protagoniza (evitando que quien observa pueda valorar otros aspectos).
Lenguaje cinematográfico: hay ciertos aspectos del cine que asociamos al miedo le haber visualizado muchos filmes de estas características como la música, acercar o alejar la cámara indicando la aparición de una amenaza.
https://www.excentrya.es/la-psicologia-del-terror/
Lenguaje cinematográfico: hay ciertos aspectos del cine que asociamos al miedo le haber visualizado muchos filmes de estas características como la música, acercar o alejar la cámara indicando la aparición de una amenaza.
la empatía que se siente respecto a las/os protagonistas “buenas/os”; la búsqueda de sensaciones en un entorno físicamente seguro; en la adolescencia, mostrar valentía y ver las mismas películas que tu grupo social; o, incluso, como forma de afrontar nuestros propios miedos (a través de la exposición y modelado-imitación del comportamiento de la víctima del filme).
Quizás la respuesta que más escuchas es la referente a la búsqueda de sensaciones por ese nerviosismo, ansiedad, temblor de manos, sobresaltos… Eso tan propio de nuestra naturaleza humana.
pasamos por el miedo para, finalmente, generar sentimientos de alegría o seguridad (siempre y cuando la película tenga un final “feliz”
Vanesa Pernas Martínez
Psicóloga sanitaria
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la psicología afirma que las vemos porque queremos entender nuestros temores y los miedos de la población en su conjunto. “El género de terror se dirige a nuestros miedos arquetípicos. Se puede ver en toda la historia cómo cada generación ha definido el ' terror' a su manera y se convierte en gran medida en la idea de que es algo fuera de nuestro entendimiento que nos amenaza”, explica Paul J. Pattersonde la Universidad Estatal de San José (EE.UU.).
‘Journal of Consumer Research’ (2007) halló que, aunque todos los participantes calificaron sus niveles de miedo de forma similar a la finalización de los vídeos de terror expuestos, aquellos que estaban acostumbrados a ver cine de terror o que se consideraban amantes del cine de terror mostraron mucha más felicidad tras verlos que aquellos que no solían ver ese tipo de películas o que incluso rechazaban las películas de terror.
“En el mundo real, las personas pueden experimentar, al mismo tiempo, tanto felicidad y tristeza como euforia y ansiedad. Las personas disfrutan de la emociones aunque provengan de una fuente negativa; de lo contrario, las cosas podrían ser bastante aburridas”, comenta Joel Cohen de la Universidad de Florida y autor del estudio mencionado anteriormente.
“En el mundo real, las personas pueden experimentar, al mismo tiempo, tanto felicidad y tristeza como euforia y ansiedad. Las personas disfrutan de la emociones aunque provengan de una fuente negativa; de lo contrario, las cosas podrían ser bastante aburridas”, comenta Joel Cohen de la Universidad de Florida y autor del estudio mencionado anteriormente.
¿Influye nuestra personalidad en esta curiosa preferencia por un contenido que, dentro de lo que cabe, nos hace pasar un mal rato? Algunos estudios, como el publicado por el profesor de psicología de la Universidad de Delaware Marvin Zuckerman, apuntan a una búsqueda de sensaciones según la personalidad. Así, aquellas personas que buscan mayores niveles de excitación tienden a escoger y disfrutar de este tipo de cine porque necesitan vivir experiencias intensas. Estas “pruebas autoimpuestas” pueden ir desde ver películas de terror a practicar actividades y deportes de riesgo como el paracaidismo y el puenting. Esta sensación de excitación puede persistir durante algún tiempo después de ver una película de terror, lo que Glenn Sparks de la Universidad de Purdue llama “proceso de transferencia de excitación”. En estos casos, sucede que la culminación de los procesos fisiológicos (presión arterial elevada, respiración agitada, latidos cardíacos rápidos...) persiste después de ver la película.
-------------------------https://www.excentrya.es/la-psicologia-del-terror/
El miedo primigenio
Aunque parezca mentira hay numerosos estudios psicológicos que tratan de encontrar sentido a nuestra atracción por el terror.
Sentimos el miedo en la boca del estómago, el pulso se acelera y comenzamos a sudar. Es una sensación desagradable que tratamos siempre de evitar. Sin embargo, siempre han existido historias diseñadas para asustar. Escritores como Poe, Lovecraft, King o Barker no hacen más que seguir con esa línea que se pierde en el principio de los tiempos, esa línea se diluye entre aquellos que se sentaban a escuchar las terribles aventuras de Beowulf o las épicas batallas que contaba Homero.
El miedo es global. Una comedia coreana no tendrá ninguna reacción en nosotros, ya que, la mayoría de las cosas que suceden carecen de sentido para el espectador occidental. Sin embargo, ante una película de terror coreana tendremos las mismas reacciones que ante una occidental. Una de las películas que peor me lo hizo pasar fue Dos Hermanas, una película de terror coreana.
El miedo es un lenguaje universal que nuestro cerebro reconoce de forma inmediata. Es una constante evolutiva, todos los humanos compartimos los mismos miedos a nivel básico. Es como cuando te estás cayendo y abres los brazos, aunque no lo creas tu cerebro primitivo está buscando la rama más próxima a la que sujetarse. Con el terror pasa lo mismo, todos compartimos un terror primordial, a nivel evolutivo, por eso el miedo funciona siempre. Forma parte de la naturaleza humana, el miedo no conoce fronteras.
Esta naturaleza se ha ido formando con el paso de los milenios. No tememos a cualquier cosa y, seguramente, no compartimos los mismos miedos que nuestros antepasados, su mayor preocupación era no acabar siendo la merienda de alguna bestia. En palabras del escritor David Quammen, una de las principales preocupaciones del ser humano en la antigüedad era la de no convertirse en comida. Esta preocupación todavía perdura en algunas de las tribus de cazadores-recolectores cuyos miembros siguen muriendo por ataques de animales.
Estas antiguas amenazas han dejado una huella evolutiva en nuestra consciencia, existen estudios que demuestran que los niños pequeños (de entre 3 y 4 años) descubren más rápido las serpientes que las flores en una pantalla, y lo hacen todavía antes si la serpiente está en posición de ataque. Amenazas más modernas, como coches y pistolas, no logran captar su atención de esta forma.
Que nuestro cerebro esté preparado para reconocer estos miedo atávicos se conoce como “aprendizaje preparado”, es una especie de conocimiento genético que pasa de generación en generación. Un sistema natural de autoconservación, el instinto.
Sabiendo que el miedo está condicionado por estos procesos evolutivos no es de extrañar que la mayor parte del contenido de terror moderno pase por temer ser devorados. ¿Están las bestias presentes en el terror moderno? ¡Ya lo creo! Desde Temblores (excelente película, pero poco valorada), pasando por Arcanofóbia, Piraña o la genial Tiburón, hay toda una fauna que busca cenar humano crudo. También los depredadores humanoides nos resultan temibles, ahí tenemos a Hannibal Lecter o la familia Hewitt.
¿Por qué nos atrae el terror?
A los humanos nos atrae el terror, eso es innegable. Millones de personas pagan para que los asusten en el cine, en casa o en parques de atracciones. Existen muchos factores, de nuevo los psicólogos han pasado mucho tiempo dando vueltas a este tema y han sacado sus propias conclusiones.
Aunque parezca extraño cuánto más sufre una persona viendo una película de terror, más se engancha al género. Aunque parezca contradictorio es un efecto parecido al de las drogas, ya que el alivio que sentimos cada vez que uno de los personajes se salva produce un efecto placentero en nosotros. Este efecto es muy parecido al que describe Pavlov con la campana.
Por otra parte, existe el placer del castigo. En un estudio realizado en 1993, con estudiantes universitarios, se llegó a la conclusión de que muchos de ellos disfrutaban de las películas tipo slasher porque creían que los personajes que morían lo merecía. Esto era más fuerte en aquellos que tenían creencias estrictas (p.e: el hombre puede tener relaciones sexuales, pero la mujer no).
Además, el terror apunta directamente a nuestros instintos. Las películas de terror y los libros de terror hablan a un nivel primordial, al animal que llevamos dentro. Tememos a la oscuridad y a las cosas que se esconden, lo mismo que hace millones de años. Nuestros monstruos (como los de antaño) tienen dientes y garras afiladas y son venenosos (existen muchos venenos, no necesariamente físicos).
Hay tres puntos que crean ese terror:
- La tensión. Creada mediante el suspense, el misterio, la sangre o la sorpresa. Esto es la base de toda creación: tensión y suspense.
- La importancia. Para que una película o un libro cause miedo, el tema debe ser relevante. Puede tratar temas universales como la muerte o lo desconocido, o puede capturar miedos más personales —de forma que te identifiques con el protagonista, que odies al antagonista o que culpes a las víctimas hasta la muerte. Por último la importancia puede ser cultural, un ejemplo de esto es el cine de terror para adolescentes.
- Lo irreal. A pesar de la moda de los mockumentaries, una de las cosas que nos atraen del terror es que sabemos que lo que ocurre en la pantalla es falso. Por eso somos capaces de ver acciones en películas de terror que nos horrorizarían en cualquier otro contexto (la vida real, las noticias o un documental).
El terror y el miedo son naturales en el ser humano, siempre han estado ahí y siempre estarán. Para escribir terror es importante conocer la psicología humana, al menos en la parte que nos interesa.
Como hemos visto todos los humanos tenemos los mismos miedos que teníamos cuando habitábamos las cuevas, o peor aún, cuando estábamos en los árboles: tememos ser devorados (por bestias o por otros humanos), tememos la oscuridad porque no podemos ver lo que acecha en ella y tememos lo que no entendemos. El miedo maneja interruptores que están enterrados en lo profundo de nuestro cerebro animal y es por eso que funciona.
...tememos ser devorados (por bestias o por otros humanos), tememos la oscuridad porque no podemos ver lo que acecha en ella y tememos lo que no entendemos. El miedo maneja interruptores que están enterrados en lo profundo de nuestro cerebro animal y es por eso que funciona.
¿Cómo nos asustan?
Estos terrores del cine, la televisión y la literatura no funcionan como el terror real (el que sentirías frente a un tigre, por ejemplo), al menos al nivel químico del cerebro. Estos miedo creados por el hombre funcionan de forma distinta.
El terror es la base de organización de todos los sistemas políticos y religiones, y sobre todo la forma de organización más sencilla del cerebro de los seres vivos. Muchos animales sobreviven sin sexo, pero ninguno sobrevive sin instinto de conservación. Un miedo atávico, cerval, que aparece en el hipotálamo y provoca una estampida cuando un ruido hace pensar que puede haber un depredador. Somos nuestros miedos. Nuestros miedos nos definen y, al hacerlo, nos limitan. Cuando analizas qué es el miedo y cómo funciona, ves que tanto las sociedades como las religiones están construidas sobre la culpabilidad y el miedo… Esto da mucho juego narrativo, permite trabajar las emociones más poderosas y profundas. ¡La emoción más intensa que podemos experimentar es el miedo! Una persona saludable puede morirse de un susto. El miedo es algo mucho más grande de lo que la literatura de terror convencional ha estado trabajando. Hasta Transcrepuscular he trabajado el miedo en distintas formas.
http://www.jotdown.es/2017/10/emilio-bueso-el-terror-es-la-base-de-organizacion-de-todos-los-sistemas-politicos-y-religiones/Pasión por el miedo
¿Por qué algunas personas, desafiando el instinto de conservación, se apasionan por deportes de riesgo? ¿Por qué algunos disfrutan con lashistorias de miedo? Curiosamente disfrutar de una golosina y el gusto por las actividades peligrosas o las historias de miedo pueden surgir de la misma zona del cerebro: el sistema de recompensa del cerebro.
Este circuito proporciona placer cuando hacemos alguno bueno. Y ese "algo bueno" abarca un amplio abanico de posibilidades, incluida la de que algo malo deje de ocurrir. Es lo que pasa en los deportes de riesgo: cuando uno se lanza desde un puente atado a una cuerda, en parapente, o en paracaídas siempre hay una posibilidad de que algo salga mal.
Para el cerebro que esa aventura concluya bien es algo a resaltar de manera muy perceptible. Se pone en marcha un neurotransmisor llamadodopamina que esta implicado en esa sensación de placer (la que produce el "subidón"). Igual ocurre en las películas o historias de miedo. En ambos casos la adrenalina se libera en grandes cantidades. Y esta hormona que actúa también como neurotransmisor tiene la virtud de amplificar las sensaciones.
Además el sistema de recompensa está conectado con el hipocampo y la amígdala, dos estructuras importantes para poner una etiqueta emocional a los recuerdos. La conciencia realzada, la aceleración intensa y los recuerdos vívidos que producen estas situaciones de miedo hacen que esta experiencia se etiquete en algunos cerebros como altamente placentera. El requisito para que vuelva a repetirse.
Historias de la cripta- 1x01 El hombre que era la muerte
http://www.youtube.com/watch?v=ipHY7YO2N0Y
http://www.youtube.com/watch?v=SkW8b-gPeMg (la danza de la muerte)
http://www.youtube.com/watch?v=SkW8b-gPeMg (la danza de la muerte)
, (min. 6,30-8,02):
Miedo (emoción 1aria)
|
“perturbación
angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario”
|
Mecanismos
|
|
Niños:
|
temerarios
|
temerosos
|
|
Padres:
|
Desapego
|
Exceso de protección
|
|
Corteza prefontal mayor
|
|||
Amígdala
|
Hiperactiva (anula la razón).
|
Atenúa señal
Menos emocionalidad
|
más comunicación entre la amígdala cerebral
y el cíngulo anterior
|
Humor
|
Sobrelleva el miedo
|
||
Feromonas (aroma quím. de seres
vivos)
|
El miedo las esparce
|
||
Gritos
|
Aviso a la manada
|
||
Pánico
|
retroalimentación del
miedo, miedo sin
fundamento
|
impide una ponderación del auténtico riesgo
|
|
Fobia
|
es incapaz de prestar atención a otra cosa
magnifica el peligro
|
||
Ansiedad
|
|||
terror
|
|||
Miedo neurótico (desproporcionado)
|
|||
Ante una amenaza
|
Arriesgados
|
Ansiedad social
|
Adrenalina, cortisol, más sangre a músculos
|
Respuesta
|
Activan + la amígdala
|
Activan + el hipocampo
|
elevada concentración de dopamina=más miedo y estrés
|
Tª conductista
|
Aprendido
|
||
Tª psíco. profunda
|
Conflicto básico no resuelto
|
||
Biológico
|
Adaptativo
|
De defensa
|
De supervivencia
|
Neurológico
|
Activa amígdala
|
En lóbulo temporal
|
|
Psicológico
|
adaptación del organismo al medio
|
||
evolutivo
|
complemento y una extensión de la función del
dolor
|
Alerta de amenaza a la salud o a la supervivencia
|
|
gnoseológico
|
producto de la conciencia
|
||
sistema límbico
|
cerebro reptiliano
|
conservación del individuo
|
|
amígdala cerebral
|
controla las emociones básicas
|
huida, el enfrentamiento o la paralización
|
|
sensación de miedo
|
actuación de la hormona
antidiurética (o "vasopresina")
|
||
psicópatas sociales
|
atrofia de las amígdalas cerebrales
|
pérdida del miedo social
|
|
extirpación de la amígdala
|
eliminar el miedo en animales
|
Al hombre lo calma
|
|
cambios fisiológicos
|
aumenta la presión
arterial la glucosa en sangre y la actividad cerebral, así como la coagulación sanguínea
|
El sistema
inmunitario se detiene
la sangre fluye a los músculos mayores
corazón bombea
sangre a gran velocidad
|
agrandamiento de los ojos para mejorar la visión
dilatación de las pupilas para facilitar la admisión de luz, la frente se arruga
y los labios se estiran horizontalmente.
|
lóbulos
frontales
|
se desactivan parcialmente
|
Identifican las emociones de 21 expresiones faciales
Día 02/04/2014 - 11.22h
El modelo computacional, que descubre incluso señales complejas y contradictorias, puede ayudar a rastrear el origen de las emociones en el cerebro y a diagnosticar enfermedades mentales
LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN
Por una revolución educativa
Los niño son el futuro de un país. Tarde o temprano debe haber una revolución educativa y eso pasa, entre otras cosas, por aceptar la diversidad cultural, tener en cuenta las materias creativas y artísticas y educar las emociones, que son "el núcleo sobre el que se construyen las relaciones"
Hola, a las escuelas se les dedica mucho tiempo, recursos y dinero porque son necesarias ya que forman una comunidad de nuevas generaciones que tienen que vivir y trabajar juntas en el futuro para dirigir una sociedad. Además, la escuela es el mejor lugar para ayudarlos a descubrirnos, a conocernos para entender cómo lidiar los unos con los otros.
La educación del niño debería estar encaminada a desarrollar la personalidad, las actitudes y la capacidad mental y física hasta el máximo de sus posibilidades. Deberían asegurar el éxito académico, social y económico del niño. Sin embargo, esto no es así, a pesar de estar pendiente una reforma educativa desde 1990. Los errores en la educación son:
1. No tiene en cuenta la neurociencia: La razón no sirve para nada sin las emociones (la emoción interfiere con la razón y la razón modifica la emoción, no se pueden separar). El cerebro es enormemente plástico (desde el nacimiento a la vejez podemos aprender y desaprender).
2. Aceptar la diversidad cultural y lo que tienen en común todos los alumnos (las emociones: la rabia, los celos, el menosprecio).
3. La jerarquización de las asignaturas (es muy perjudicial colocar en el último eslabón las materias creativas y artísticas o sacarlas del programa educativo).
Estos errores se podrían corregir mediante el aprendizaje social y emocional. Conocer y gestionar las emociones hará que tengan mejores resultados académicos y les preparará para el mundo laboral. El aprendizaje social y emocional aporta habilidades para la vida: destrezas en el ámbito social, emocional y ético que complementan y optimizan las habilidades cognitivas e intelectuales.
Desde los 2 a los 17 años se debería tratar las emociones para trabajar los comportamientos. Es importante educar las emociones porque son el núcleo sobre el que se construyen las relaciones y se toman las decisiones.
Las ventajas de aplicar el programa de habilidades social, emocional y ético en el desarrollo de niños y jóvenes son:
Desarrollo de habilidades sociales.
Reducción de comportamientos antisociales.
Disminución del abuso drogas.
Incremento de la autoimagen positiva.
Aumento del éxito académico.
Mejor salud mental (conductas suicidas, ansiedad).
Aumento de comportamientos prosociales.
Enseñar a enfrentarse a problemas afectivos graves.
Distinguir mejor lo que les gustaría y qué hacer para conseguirlo (tener metas y trabajar para conseguirlas)
Utilizar el principio del semáforo (contar hasta 10).
Los que más se benefician son los más necesitados.
Para optimizar el desarrollo global del niño es necesario enseñarle, entre otras cosas, a:
Focalizar la atención.
Distinguir y gestionar sus emociones.
Trabajar en equipo de manera no competitiva necesariamente.
La anorexia infantil no para de crecer, el acoso escolar no para de crecer, la violencia machista en la adolescencia no para de crecer y está muy bien habilitar un teléfono de atención para las víctimas de acoso escolar pero no es suficiente. La educación es la clave, la revolución será educativa o no será y padres, maestros y políticos son los encargados de empezar esta revolución.
http://www.gonzoo.com/starz/story/por-una-revolucion-educativa-3696/
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/ciencia/2017/10/26/bruno-della-chiesa-mito-peligroso-neurociencia-gente-inteligente-/0003_201710G26P29992.htm
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La imagen paradójica
Jack el Destripador
El exorcista: censurado.
Para ser más
creativo hay que cambiar.
Usamos todo
nuestro cerebro pero no más del 2% al mismo tiempo.
El cerebro
es el hardware, los cables, la mente son el software, los pensamientos.
Lo que le
pasa al cerebro afecta a tu mente, es el paradigma de la mente fija.
El cerebro
cambia respecto a lo que piensas, la mente puede cambiar al cerebro. Es el
paradigma de la mente variable.
El cerebro
sólo hace dos cosas todo el tiempo, buscar placer y escapar del dolor.
Para el
cerebro las interacciones sociales tan importantes como comer, hay estudios de
personas aisladas que viven en pueblos y que mueren 5 o 10 años antes por no
vivir en contacto con los demás.
El cerebro
es el único órgano que no envejece por sobre uso.
Innovar es
algo que aporta valor siendo algo nuevo. La innovación la hacen las personas y
es la creatividad, ésta surge de las personas.
La mente es
variable, se puede entrenar para ser más
creativo.
Los
ejecutivos buscan gente más creativa, es la forma de liderar el futuro.
Estamos en
la era conceptual de los negocios, por eso se busca a las personas más
creativas y con más simpatía.
Ahora hacen
falta empleados que tengan desarrollada la parte derecha del cerebro, la parte
creativa.
En un minuto
podemos escribir el mayor número de utilidades que puede tener un clip, si en
un minuto alguien escribió 16 funciones es muy creativo, 12 es creativo, ocho
muy bien, cuatro es la media mundial.
Tendemos
siempre a pensar lo mismo, son los patrones mundiales de pensamiento.
La gente elige
una función por qué considera que es práctico, que gusta, es creativa.
La ciencia
crea métodos para convertirnos en más creativos.
Debemos
cultivar pensamientos no habituales, romper con lo de siempre. Cada día tenemos
unos 65.000 pensamientos diferentes, pero el 95% son muy parecidos.
Para pensar
diferente habrá que cambiar, tendremos que ser diferentes.
Cambiar es
difícil. Los que se operan a corazón abierto son aconsejados a no tomar chorizo
o morirán. El paciente dice que cambiará, pero sólo uno de cada nueve
escoge obedecer.
CIC-
coeficiente de inteligencia de cambio. La neurociencia explica cómo cambiar:
La
estabilidad dinámica es igual a la combinación de expectativas más
experiencias, todo ello multiplicado por la densidad de atención + el poder de
veto.
ED= (e+e).a-v
La
estabilidad dinámica es moverse con el ambiente, no ir más rápido, hay que ir
dinámico pero estable.
Detalles del
cambio:
Mejorar el
desempeño, el comportamiento, cambiar en pensamientos y emociones. Hacer pausa,
cortar con el estímulo negativo –espiral negativa.
Evitar estar
agitado, tener una buena respiración. Las neuronas no se oxigenan por
acumularse las toxinas.
Espalda
derecha. Todos los neurotransmisores trabajan de forma eficiente en el cuerpo.
Estar
comprometido con la empresa, con el trabajo. Tener pasión por el trabajo.
Un cerebro
amenazado no cambia, no es creativo. Nos amenaza el estatus, las condiciones
laborales. Nos encanta la certeza. La autonomía. La competencia. La justicia.
Miedo a ser
rechazado, a equivocarnos, que salga mal.
Debemos
anticiparnos a lo malo, así nos duele menos.
Fallar es
parte del proceso del cambio y duele, así aprendemos de los errores.
La gente
cambia por las emociones, la emoción lleva a la acción y la acción a las
conclusiones.
Los cerebros
prestan atención al principio y al final, no al medio.
Las imágenes
son muy poderosas para el cambio.
Hay que
ayudar a pensar, no pensar por los demás.
Focalizar
las soluciones
Acentuar Lo
positivo.
No rompamos
con hábitos ya cableados, remplázalos.
El bufón
Las revistas (bananas)
El dormilón
Granujas de medio pelo
W. A. explica que tiene una amante
Las revistas (bananas)
El dormilón
Granujas de medio pelo
W. A. explica que tiene una amante
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“Hay que acabar con el formato de clases de 50 minutos”
Mora, autor del libro Neuroeducación. Solo se puede aprender aquello que se ama, que ya cuenta con once ediciones desde 2013, es también doctor en Neurociencia por la Universidad de Oxford y se empezó a interesar por el tema en 2010, cuando acudió al primer Congreso Mundial de Neuroeducación celebrado en Perú.
Defiende que la educación puede transformarse para hacer el aprendizaje más efectivo, por ejemplo, reduciendo el tiempo de las clases a menos de 50 minutos para que los alumnos sean capaces de mantener la atención. El profesor de Fisiología Humana de laUniversidad Complutense alerta de que en la educación se siguen dando por válidas concepciones erróneas sobre el cerebro, lo que él llama neuromitos. Además, Mora es adscrito al departamento de Fisiología Molecular y Biofísica de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos.
Pregunta: ¿Por qué es importante tener en cuenta los hallazgos de la neuroeducación para transformar la forma de aprender?
Respuesta: A nivel internacional hay mucho hambre por anclar en sólido lo que hasta ahora solo han sido opiniones, y ese interés se da especialmente en los profesores. Lo que hace la neuroeducación es trasladar la información de cómo funciona el cerebro a la mejora de los procesos de aprendizaje. Por ejemplo, conocer qué estimulos despiertan la atención, que después da paso a la emoción, ya que sin estos dos factores no se produce el aprendizaje. El cerebro humano no ha cambiado en los últimos 15.000 años; podríamos tener a un niño del paleolítico inferior en un colegio y el maestro no darse cuenta. La educación tampoco ha cambiado en los últimos 200 años y ya disponemos de algunas evidencias que hacen urgente esa transformación. Hay que rediseñar la forma de enseñar.
P: ¿Cuáles son las certezas que ya se pueden aplicar?
R: Una de ellas es la edad a la que se debe aprender a leer. Hoy sabemos que los circuitos neuronales que codifican para transformar de grafema a fonema, lo que lees a lo que dices, no terminan de conformar las conexiones sinápticas hasta los seis años. Si los circuitos que te van a permitir aprender a leer no están conformados, se podrá enseñar con látigo, con sacrificio, con sufrimiento, pero no de forma natural. Si se empieza a leer a los seis, en poquísimo tiempo se aprenderá, mientras que si se hace a los cuatro, igual se consigue pero con un enorme sufrimiento. Todo lo que es doloroso tiendes a escupirlo, no lo quieres, mientras que lo que es placentero tratas de repetirlo.
P: ¿Cuál es el principal cambio que debe afrontar el sistema educativo actual?
R: Hoy comenzamos a saber que nadie puede aprender nada si no le motiva. Es necesario despertar la curiosidad, que es el mecanismo cerebral capaz de detectar lo diferente en la monotonía diaria. Se presta atención a aquello que sobresale. Estudios recientes muestran que la adquisición de conocimientos comparte sustratos neuronales con la búsqueda de agua, alimentos o sexo. Lo placentero. Por eso hay que encender una emoción en el alumno, que es la base más importante sobre la que se sustentan los procesos de aprendizaje y memoria. Las emociones sirven para almacenar y recordar de una forma más efectiva.
P: ¿Qué estrategias puede utilizar el docente para despertar esa curiosidad?
R: Tiene que comenzar la clase con algún elemento provocador, una frase o una imagen que resulten chocantes. Romper el esquema y salir de la monotonía. Sabemos que para que un alumno preste atención en clase, no basta con exigirle que lo haga. La atención hay que evocarla con mecanismos que la psicología y la neurociencia empiezan a desentrañar. Métodos asociados a la recompensa, y no al castigo. Desde que somos mamíferos, hace más de 200 millones de años, la emoción es lo que nos mueve. Los elementos desconocidos, que nos extrañan, son los que abren la ventana de la atención, imprescindible para aprender.
P: Usted ha advertido en varias ocasiones de la necesidad de ser cautos ante las evidencias de la neuroeducación. ¿En qué punto se encuentra?
R: La neuroeducación no es como el método Montessori, no existe un decálogo que se pueda aplicar. No es todavía una disciplina académica con un cuerpo reglado de conocimientos. Necesitamos tiempo para seguir investigando porque lo que conocemos hoy en profundidad sobre el cerebro no es aplicable enteramente al día a día en el aula. Muchos científicos dicen que es muy pronto para llevar la neurociencia a las escuelas, primero porque los profesores no entienden de lo que les estás hablando y segundo porque no existe la suficiente literatura científica como para afirmar a qué edades es mejor aprender qué contenidos y cómo. Hay flashes de luz.
Sabemos que para que un alumno preste atención en clase, no basta con exigirle que lo haga
P: ¿Podría contar alguno de los más recientes?
R: Nos estamos dando cuenta, por ejemplo, de que la atención no puede mantenerse durante 50 minutos, por eso hay que romper con el formato actual de las clases. Más vale asistir a 50 clases de 10 minutos que a 10 clases de 50 minutos. En la práctica, puesto que esos formatos no se van a modificar de forma inminente, los profesores deben romper cada 15 minutos con un elemento disruptor: una anécdota sobre un investigador, una pregunta, un vídeo que plantee un tema distinto… Hace unas semanas la Universidad de Harvard me encargó diseñar un MOOC (cursoonline masivo y abierto) sobre Neurociencia. Tengo que concentrarlo todo en 10 minutos para que los alumnos absorban el 100% del contenido. Por ahí van a ir los tiros en el futuro.
P: En su libro Neuroeducación. Solo se puede aprender aquello que se ama alerta sobre el peligro de los llamados neuromitos. ¿Cuáles son los más extendidos?
R: Existe mucha confusión y errores de interpretación de los hechos científicos, lo que llamamos neuromitos. Uno de los más extendidos es el de que solo se utiliza el 10% de las capacidades del cerebro. Todavía se venden programas informáticos basados en él y la gente confía en poder aumentar sus capacidades y su inteligencia por encima de sus propias limitaciones. Nada puede sustituir al lento y duro proceso del trabajo y la disciplina cuando se trata de aumentar las capacidades intelectuales. Además, el cerebro utiliza todos sus recursos cada vez que se enfrenta a la resolución de problemas, a procesos de aprendizaje o de memoria.
Otro de los neuromitos es el que habla del cerebro derecho e izquierdo y de que habría que clasificar a los niños en función de cuál tienen más desarrollado. Al analizar las funciones de ambos hemisferios en el laboratorio, se ha visto que el hemisferio derecho es el creador y el izquierdo el analítico -el del lenguaje o las matemáticas-. Se ha extrapolado la idea de que hay niños con predominancia de cerebros derechos o izquierdos y se ha creado la idea equivocada, el mito, de que hay dos cerebros que trabajan de forma independiente, y que si no se hace esa separación a la hora de enseñar a los niños, se les perjudica. No existe dicha dicotomía, la transferencia de información entre ambos hemisferios es constante. Si se presentan talentos más cercanos a las matemáticas o al dibujo, no se refiere a los hemisferios, sino a la producción conjunta de ambos.
P: ¿Está influyendo la neuroeducación en otros aspectos de la enseñanza?
R: Hay un movimiento muy interesante que es el de la neuroarquitectura, que pretende crear colegios con formas innovadoras que generen bienestar mientras se aprende. La Academia de Neurociencias para el Estudio de la Arquitectura en Estados Unidos, ha reunido a arquitectos y neurocientíficos para concebir nuevos modos de construir. Nuevos edificios en los que, aún siendo importante su diseño arquitectónico, se contemple la luz, la temperatura o el ruido, que tanto influyen en el rendimiento mental.
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Profesoras contra la pedagogía tóxica
Dos docentes de universidades públicas crean una nueva metodología para activar el deseo de aprender
Madrid
En 2006, el pedagogo británico y gurú de la educación Ken Robinson hizo temblar las bases del sistema educativo con su charla TED Las escuelas matan la creatividad, con más de 43 millones de visitas. Robinson criticaba que los colegios son el primer freno con el que se encuentran los niños y alertaba sobre el desacierto de los programas educativos al primar materias como las matemáticas y arrinconar las más artísticas como la música o el dibujo bajo el pretexto de que no son útiles a la hora de encontrar un empleo. El diagnóstico estaba claro, pero nadie sabía muy bien la fórmula para conseguir que la escuela no mate la creatividad. Las profesoras universitariasMaría Acaso, de 46 años, y Clara Megías, de 32, parecen haberlo conseguido. Han desarrollado una nueva metodología para darle la vuelta a la forma de dar clase.
“Hay que acabar con la pedagogía tóxica y aplicar nuevas fórmulas para despertar el deseo de los estudiantes por aprender”, explica María Acaso, experta en innovación educativa y profesora de la Universidad Complutense. Su método, al que han llamado Art Thinking, tiene como base los descubrimientos de la neuroeducación, que estudia cómo aprende el cerebro, y cuyo principal hallazgo es que para que se produzca el aprendizaje es necesario encender una emoción, despertar la curiosidad del estudiante. Para ello, su metodología se inspira en los procesos de creación de arte.
La investigación de las docentes, que comenzó en el año 2011 y cuyos resultados se publicarán en el libro Art Thinking. Transformar la educación a través de las artes(Paidós), señala que en la pedagogía tradicional el esfuerzo está asociado al dolor, al malestar, y a la idea de que adquirir conocimiento tiene que ver con la ansiedad, el miedo o la evaluación. Su propuesta es incorporar el arte en la educación para generar placer y de esa forma conseguir que el esfuerzo y la constancia aparezcan de forma automática. Los profesores pueden emplear esta metodología para impartir cualquier asignatura.
En uno de los capítulos de su libro señalan que de las células madre del cerebro nacen a diario entre 4.000 y 5.000 neuronas, a través de un proceso llamado neurogénesis. Las actividades que se realizan desde pequeño crean circuitos neuronales; algunos se mantienen y otros desaparecen. ¿En función de qué? Cuando esas actividades no son significativas para nuestra vida diaria, se diluyen. “En el caso de un examen de un tema que no me interesa y con el que no he logrado establecer una conexión personal, los circuitos construidos me permitirán aprobar, pero no aprender. La información desaparecerá de forma automática nada más acabar la prueba”, explica Acaso. La clave para que el aprendizaje sea significativo, sostiene la docente, es que tanto la información como el proceso de enseñanza sean relevantes para el estudiante y se repitan.
Las investigaciones sobre neuroeducación demuestran que para activar el deseo de pensar es necesario encender previamente una emoción, y para ello es fundamental despertar la curiosidad. “Hay que comenzar la clase con un elemento provocador, puede ser una frase, un dibujo o un pensamiento; algo que resulte chocante”, indica Francisco Mora, profesor de la Facultad de Medicina de la Complutense y autor del libro Neuroeducación. Solo se puede aprender aquello que se ama.
LOS CUATRO ELEMENTOS DEL ART THINKING
La metodología desarrollada por las profesoras María Acaso y Clara Megías se basa en cuatro elementos clave: un tipo de pensamiento diferente al pensamiento lógico al que han llamado pensamiento divergente; una experiencia estética basada en el placer; una refinición de la pedagogía para empezar a entenderla como una herramienta de producción tanto para profesores como para alumnos y una forma de aprendizaje basada en los proyectos y el trabajo colaborativo.
"El arte puede ser entendido como una metodología desde donde transformar la educación porque incorpora cuatro elementos clave", señala Acaso. Son los siguientes:
Pensamiento divergente: fomenta un tipo de pensamiento crítico y no lineal "absolutamente necesario" para el desarrollo de conocimiento en la actualidad.
Placer: es el sentimiento que va unido a la emoción positiva, por lo que que hay que recuperarlo en educación. Sin el placer, no hay motivación y sin motivación no hay aprendizaje.
La educación como producción cultural: "defendemos la realidad de que un profesor y sus alumnos producen conocimiento al mismo nivel que otros profesionales, como los filósofos o escritores".
Trabajo colaborativo: "olvidemos las asignaturas estancas: hay que trabajar por proyectos y en comunidad, tal como hacen muchos de los artistas contemporáneos".
“Desde que somos mamíferos hace más de 200 millones de años, la emoción es lo que nos mueve. Aquello que nos extraña, que no nos resulta monótono. Ahí se abre la ventana de la atención, imprescindible para aprender”, explica Mora.
Eso es lo que hizo María Acaso con sus alumnos de Bellas Artes en la Complutense. Un día apareció en clase con una sandía y frente al asombro de los estudiantes, la cortó y creó un cuadrado. Su intención era generar extrañamiento entre los estudiantes. “El ser humano está diseñado para prestar atención a lo que no es habitual. Una situación nueva que no sabes cómo resolver te atrae. Atención, emoción y aprendizaje. Ese es el orden según la neuroeducación”, remarca Acaso. En el aula se creó un clima muy diferente al habitual, en el que el silencio propio de la clase magistral, en la que el profesor habla y el estudiante escucha, dio paso a un debate sobre el significado de esa sandía. Una vez captada la atención de los alumnos, las dinámicas de aprendizaje cambian.
Acaso les explicó que esa sandía con forma cuadrada era una pieza del artista cubano Wilfredo Prieto llamadaPolíticamente correcto, y su intención era precisamente cuestionar los estándares de la educación, plantear por qué el mobiliario, los programas académicos y la forma de enseñar no han evolucionado. “Llevar una sandía a clase es un acto de subversión, hace que el aula explote”, explica.
En 2009, Acaso publicó el libro La educación artística no son manualidades, en el que criticaba que las disciplinas relacionadas con las artes han sido consideradas como un conocimiento de segunda categoría, prescindible, frente a los “conocimientos altos” como las matemáticas o las ciencias. En su opinión, el nuevo escenario laboral, en el que el número de robots no deja de aumentar, requerirá perfiles muy creativos, una cualidad que las máquinas no dominarán. “Precisamente al Art Thinking no le interesa demostrar hechos, no es una metodología cerrada basada en certezas, sino encender la curiosidad para activar procesos de investigación”.
En su libro, las dos profesoras desarrollan los cuatro puntos clave de esa nueva metodología:
pensamiento divergente,
incorporación del placer,
alumnos y profesores como productores de contenidos y
trabajo colaborativo y por proyectos.
El próximo mes de julio organizan en Madrid un curso junto al colectivo Pedagogías Invisibles para 100 profesores de todos los niveles educativos en el que enseñarán cómo poner en práctica el Art Thinking.
"En la escuela se aprende a través de la memorización, sin pensar. La gente llega a la edad adulta y no sabe pensar por sí misma, se han dedicado a reproducir lo que dicen otros. Es cierto que necesitamos información en nuestra memoria, pero hay que cambiar el proceso por el que nos llega", explica Clara Megías, profesora de la Facultad de Educación en la Universidad de Alcalá. Investigar y analizar por uno mismo. Cuestionar lo que se da como cierto. Eso es lo que hace el arte.
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Estanislao Bachrach. Doctor en biología molecular.
Existen dos redes neuronales, la de la
atención y la de la desconexión o sueño despierto, los creativos tienen las dos encendidas por eso conectan ideas nuevas.
Biología del
cerebro. Se terminó la era del
conocimiento. Estamos en la era conceptual, sólo dos de cada 100 empleados
son creativos.
Cerebro son
neuronas y cables, elementos de física más química, esto es, biología. La mente
son pensamientos y emociones, no puedes tocarla ni medirla. Si algo le pasa a tu cerebro algo le pasa a
tu mente, una lesión en el cerebro es un problema en la mente.
La mente
condiciona el cerebro. Algo que no es material puede modificar algo que tiene
materia, como un circuito neuronal. Lo
que tú pienses altera tu cerebro. El
cerebro hace siempre lo mismo, evita
riesgos, y es el enemigo de la creatividad. Lo más importante para el
cerebro es la supervivencia básica. Primero
creer y luego querer, lo que supone un gasto de energía. El cerebro va en
piloto automático.
La
creatividad se puede desarrollar a cualquier edad, crecer y creer que se puede,
esfuerzo disciplina, técnica, practicar, equivocarte, volver a empezar,
etcétera. Existe también un talento creativo en ese 2% de empleados en las
empresas.
Para pensar
distinto hay que tener cuidado con las emociones, si piensas diferente tienes un 100 × 100 de posibilidades de
equivocarte. Pensamientos y emociones están continuamente hablando entre
ellos, es un círculo vicioso que depende del ambiente. Para ser creativo hay que cambiar el ambiente, supone una nueva
adaptación.
La creatividad debe ser algo novedoso
y debe ser valorado por alguien, son las exigencias del mercado.
El cerebro
no quiere pensar nuevo porque es un riesgo. En la educación no nos enseñan a
trabajar nuestras emociones, sin embargo se pueden aprender a manejar aunque
sean difíciles de controlar.
A más novedad más posibilidades de
que las cosas nuevas agreguen valor. El cerebro tienen más ideas cuanto más atento está. Cuando
la atención es múltiple, no hay oxígeno que permita que otras conexiones
sucedan en el cerebro. Para ser creativo
hay que estar relajado, sin hacer casi nada, cuando soñamos despiertos es
cuando aparecen las ideas, son los ambientes de innovación.
El gamma o el momento del Eureka, es
una idea de un lugar no lógico, viene con un golpe fuerte de adrenalina, bajo
motivación. Existe
la red de control o de atención,
cuando pensamos y hacemos algo y luego hay otra
red que no requiere prestar atención, es la del sueño despierto. Las personas creativas tienen las dos
prendidas al mismo tiempo. Mientras están atentos a algo están también
entrando cosas inconexas, lo que genera cosas novedosas.
El cerebro
es uno y las áreas del proceso creativo son muchas y complejas, pero hay una
llamada precuneo que la tiene muy
activa. Tener ideas no significa ser creativo, pero si se tienen muchas es más
posible tener ideas creativas. La
creatividad ocurre en las personas la innovación en las organizaciones.
Al cerebro le encanta la recompensa, el placer, la encanta también las
experiencias, le encanta la certeza, meterse en proyectos que conoce y que le
puede ir bien. Nos encanta lo seguro,
los bancos, los seguros, hay que romper con ello para crear cosas innovadoras.
Al cerebro no le gustan los riesgos. Usa tu mente para trabajar tu cerebro, el
camino inverso. Fortaleciendo otras
habilidades de las personas se fortalece la innovación. Es importante el
fenómeno de la curiosidad, es más
importante preguntar que tener respuestas. A más curiosidad más poder. Tienes
un problema laboral y recurres alguien parecido a ti, difícilmente te puede
iluminar. Si quieres, puedes. Hay que probar, experimentar, de la idea hay que
pasar a la acción. La madre de la
innovación es empezar a asociar. Si hacemos nuevas conexiones encontraremos
algo innovador.
Algunosconceptos
de la neurociencia: usamos todo nuestro
cerebro, pero no todo al mismo tiempo, sólo el 2% al mismo tiempo. El
cerebro son los cables y las neuronas, la mente son los pensamientos y las
emociones. Lo que le pasa a tu cerebro afecta a tu mente, es el paradigma de la
mente fija. Nos decían que no cambiáramos, pero no es verdad, el cerebro cambia conforme a lo que piensas.
La mente modifica el cerebro. El cerebro hace dos cosas, buscar placer y
disminuir dolor. El interactuar con las personas es lo que buscamos. Son
circuitos iguales a los que utilizamos para buscar el agua y la comida. Los cerebros son sociales, necesitan
estar en contacto con otras personas, las personas que viven de forma aislada
mueren unos cinco o 10 años antes. El
cerebro es el único órgano que no envejece cuanto más lo uses. Si quieres
estar sano debes utilizar tu cerebro continuamente.
Innovar es
ofrecer algo nuevo y que tenga valor. La innovación la hacen las personas, la
mente es variable y cualquiera puede ser creativo.
Hoy en día interesa desarrollar la
parte creativa y empática del cerebro, la parte derecha. Hace falta disciplina y tiempo. Una
idea para ser implementada tiene que gustar, debe ser práctica, debe gustar al
cliente. Los creativos son aquellos que rompen con sus pensamientos habituales.
Tenemos 65.000 pensamientos diarios de
los cuales un 95% son semejantes. Para pensar diferente hay que ser
diferente por lo que hay que cambiar.
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Si quieres mejorar tu memoria, haz trabajos con las manos
Bruno della Chiesa:«El mito más peligroso de la neurociencia es el de que hay gente que es inteligente y otra que no»
Las emociones influyen en el aprendizaje. Lo dice Bruno della Chiesa, neurocientífico, lingüista y profesor de Harvardque ayer habló de las posibilidades de la neurociencia aplicada a la educación en el colegio Peleteiro de Santiago.
-Si no se disfruta, no se aprende.
-Digamos que no se aprende de manera ideal. Esto no es algo nuevo, porque los buenos y buenas maestras lo saben desde hace siglos, pero lo que podemos documentar ahora es que
si el cerebro tiene placer al aprender algo, facilita mucho el aprendizaje y el éxito.
El placer es la emoción más amiga del aprendizaje, de la misma manera que el miedo es el peor enemigo.
-Pero en la escuela a veces hay más de miedo que de placer.
-Nuestros sistemas educativos aún funcionan de esa manera. Cuando se habla de aprender algo siempre se habla de la corteza cerebral y no se piensa mucho en las emociones, como si no tuviesen ningún papel en el proceso. Pero gracias a la neuroimagen ahora se puede ver que si el individuo experimenta miedo, el sistema límbico, la parte del cerebro que recibe estímulos y es la primera implicada en las emociones, se hace cargo y la corteza cerebral participa mucho menos.
-Toma el control.
-El sistema límbico también está involucrado en la memoria a corto plazo.
Memoriza algo, y si en unos minutos le parece interesante lo pasa a la corteza, de tal modo que se convierte en memoria a largo plazo.
Ahora, si tienes miedo, el sistema límbico se está encargando de algo tan importante como tu supervivencia. No es que no se pueda memorizar, se puede, pero poco y mal. Y la comunicación entre el sistema límbico y la corteza es muy débil. Cuando hay placer y motivación, esa comunicación es como una autopista, digamos el tráfico es mucho más fluido.
-¿Como se consigue en un aula aprender con placer?
-Depende mucho del contexto, pero hay algo que parece ser universal. El placer del descubrimiento, de entender, de aprender... lo conocemos todos desde la cuna. La motivación, que viene de una actitud muy natural, que es la curiosidad, hay que asegurarse de que no solamente sobrevive, sino que se desarrolla. Einstein decía que era un milagro que la curiosidad del ser humano sobreviva en la escuela. Es gracioso y muy triste a la vez.
-Y verdad.
-Absolutamente, y sabemos que pasa. Por eso tengo admiración por los maestros y maestras de infantil, porque su responsabilidad es enorme.
-¿Cuando un estudiante pierde la motivación, es para siempre?
-Nunca se pierde para siempre. Creo que no hay nada que se pierda en el cerebro. En el cerebro hay unas conexiones que se llaman conexiones silenciosas. Por ejemplo, una persona que aprendió japonés hace años, cree que ha olvidado todo, pero no es verdad. El problema es que no tiene acceso a ese conocimiento, pero si se va a Japón no va a necesitar mucho tiempo para que esas conexiones silenciosas sean de nuevo eficaces.
-Solo se cierra una puerta.
-Un poco así. La conectividad sináptica es el milagro de la plasticidad cerebral. Podemos aprender cualquier cosa a cualquier edad. No de la misma manera. No se aprende una lengua a los 70 años como a los 7, pero es posible por la plasticidad cerebral.
-Entonces, ¿por qué se dice que hay gente inteligente y otra no?
-Inteligente es una palabra problemática. No hay una definición neurocientífica de la inteligencia. Creo que es cuestión de motivación. Desafortunadamente no nacemos iguales en lo que a oportunidades y motivación se refiere, depende mucho de tu origen sociocultural y socioeconómico. Creo que es algo importante que se debe combatir.
-¿Pasa mucho?
-Yo creo que sí, no lo puedo demostrar pero todos o casi todos los genios que hemos reconocido como tales: Mozart, Da Vinci, Tolstói, Cervantes [ríe] El Greco... generalmente tenían la oportunidad desde el nacimiento de desarrollar su talento. Al menos de descubrirlo.
-También derriba mitos. Eso de que solo usamos el 10 % del cerebro.
-Ese es el más conocido y no se sabe muy bien de dónde sale, porque es muy antiguo. A veces se puede saber de dónde sale, como cuando viene de un descubrimiento que está cortado y sobresimplificado. Los medios en este caso tiene complicaciones, porque hay que explicar cosas muy complejas en muy poco tiempo. Cada vez que se repite se simplifica más. Al final la relación entre el descubrimiento científico y lo que se dice es nula.
-¿Cuál es el más peligroso?
-El de que hay gente que es inteligente y gente que no. A nivel científico es obviamente falso, me parece muy peligroso porque no solo se mantiene, crece por razones políticas. Hay un plan político para que se mantengan las desigualdades sociales. Los sistemas educativos son generados por la sociedad que les rodea y funcionan como un espejo. Si hay desigualdades en el sistema educativo es porque hay desigualdades en la sociedad y esta, de una manera u otra, quiere mantenerlas o al menos no ponerlas en cuestión.
-Tenemos el sistema educativo que nos merecemos
-Exactamente. Lo firmo de inmediato.
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Araña
Thriller
Carrie 1
Carrie 2
Ataud ascensor
Ascensor
Bean en el cine
Ligeras de ropa en el ascensor
Niña en pasillo y ascensor
Payaso al abrir la puerta
Monstruo de lago
Sinéctica- flirteo cuasi canino
El absurdo de la desaparición y aparición de la madre
Annie Hall
Jack el Destripador
El exorcista: censurado.
Esto se hunde. Rising damp.
Claveles rosas
Aparentar lo que no se es
Engaño táctico:
-Ejecutivo de 40 años
- Joven sofisticada de 30 años
Imaginación a la hora de inventar historias
Humor, ironía y cinismo- Me había dicho que era de 30 años no de 1830
Humor por disparidad: Nadie busca un novio en material ortopédico
Disparidad por entrelazamiento: confusión de identidades, malentendidos, absurdos
expresividad extrema
Altas expectativas de ambos por encontrar pareja- subida de dopamina- mayor recursos de creatividad
Actuar que se actúa, jugar un papel, hacer una representación.
Mostrar un aspecto despreciable y al mismo tiempo de conquistador, disparidad
Estudio de múltiples recursos para conquistar una pareja
Lenguaje de doble sentido: busco una mujer con la que tener una buena conversación, eso y unas buenas carnes,
no vamos a estar hablando de jarros etruscos toda la noche.
Si te encanta sufrir viendo pelis de terror, todo tiene su explicación:
· Los niveles de ansiedad y estrés se reducen después de experimentar una vivencia terrorífica
· Pero además pasar miedo interrumpe el pensamiento, y esto, aunque pudiera parecer lo contrario, es positivo
Reúnen a varios voluntarios en una escalofriante mansión para hacer un estudio psicológico. No, no es el argumento de La guarida (esa peli de finales de los 90 que comparte inspiración con la estremecedora serie de Netflix La maldición de Hill House), sino lo que hicieron varios investigadores de la Universidad de Pittsburgh para estudiar los mecanismos del miedo.
Bueno, lo que hicieron aproximadamente. En este caso, quisieron ver qué mecanismos se activan en el cerebro de la gente a la que le gusta pasar miedo. Para ello contactaron con los propietarios de Scare House, una de las ‘casas encantadas’ más terroríficas de Estados Unidos. Se trata de una atracción de terror ubicada en un edificio histórico de Pittsburgh que ofrece sustos bastante extremos a sus visitantes. Los investigadores reclutaron para su estudio a personas que ya hubieran comprado los tickets para esta experiencia. 262 participaron rellenando una encuesta sobre su estado de ánimo antes y después de pasar por la casa encantada y 100 llevaron sensores que monitorizaban su actividad cerebral durante su estancia en Scare House.
Respecto a los encuestados, la mitad de los participantes decían sentirse de mejor humor después de haber pasado por la casa del terror, mientras que un tercio no notaba ningún cambio y un 17% se sentía peor. La mayor parte de la gente decía sentirse feliz tras salir de la mansión encantada, mientras que los que se sentían más ansiosos o estresados después de pasar por allí eran minoría.
Una conclusión lógica: después de una actividad en la que una persona lo pasa mal (aún sabiendo que objetivamente no corre peligro), se sentirá más relajada y tranquila. Sin embargo, el estudio ha hecho otro hallazgo interesante al respecto. Cuando les pasaron varios ejercicios a los voluntarios que llevaban los sensores (dibujar, contar hacia atrás mientras miraban una imagen) se dieron cuenta de que los participantes mostraban una actividad neuronal menor después de haber pasado miedo en la casa encantada que antes de entrar.
“Pasar miedo interrumpe el pensamiento”, explicaba Margee Kerr, una de las sociólogas involucradas en el estudio, en declaraciones a Time. Aunque pudiera parecer lo contrario, esto no es una mala señal, puesto que, según los expertos, seguramente indicaba que los participantes se encontraban en un estado ‘zen’ o cercano a la meditación después de la experiencia.
Todas estas conclusiones, publicadas en la revista Emotion, llevan a los titulares de la investigación a pensar que sus hallazgos sobre los ‘sustos agradables’, siempre que los participantes estén dispuestos, podrían ayudar a superar fobias y mejorar las terapias de choque con las que se tratan. Sin embargo, como advierte Kerr: “No me gustaría que la gente pensara ‘Oh, tengo que hacer esto porque me va a hacer sentir mejor’. Gran parte de ello es querer hacerlo”.
¿A que emociona?
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